La Vela es uno de los deportes que cuenta con mayor tradición en España, aunque su impacto mediático queda en ocasiones reducido a eventos como la Copa del Rey de Mallorca, los Juegos Olímpicos o la Copa América.
Nuestro país ha dado históricamente grandes navegantes, sin embargo la cultura de la náutica en España está marcada por la práctica de la vela ligera, con un escaso protagonismo de la oceánica o de la navegación de altura.
El modelo de gestión de un club náutico pivota alrededor del deporte, valor diferencial de estas entidades sin ánimo de lucro. En el caso de la vela, las escuelas son la cantera donde se forman grandes deportistas que llevan el nombre de sus clubes a competiciones internacionales.
Pasar de la vela ligera a vela de crucero no es tan sencillo, pues se necesita un buen barco, un patrocinador generoso y una tripulación. Si pensamos en la vela oceánica o de altura la cosa es aún más complicada, ya que España nunca ha apostado por esta modalidad, como sí ha sucedido en Francia, un país donde la gran tradición náutica tiene un mayor calado entre la sociedad.
En los últimos meses hemos seguido a Genis Hontoria en la Minitransat, una de las regatas transoceánicas en solitario más prestigiosas del calendario internacional. La apuesta del club en la aventura de Genis debería ser el motor para fomentar y divulgar la cultura del deporte de la vela en general, y la vela oceánica y de altura en particular, acercar sus valores a la sociedad es fundamental para captar a nuevos perfiles de practicantes.
En esta entrevista Antoine Ferrer, Gerente del Club Náutico de Villajoyosa, nos habla del papel de la vela en el club y su apuesta por la navegación oceánica.
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